domingo, 11 de diciembre de 2011

La magia de Egipto sigue viva

Comunidad y cultura
La magia de Egipto sigue viva
Templo en Abu Simbel. Foto: OEM-Informex
Organización Editorial Mexicana
11 de diciembre de 2011

(1ª Parte)

La magia de Egipto sigue viva 1ª Parte

Las revueltas de la llamada "Primavera árabe" iniciaron en el corazón de El Cairo. Este año los vientos de cambio soplaron desde la Plaza Tahrir y han contagiado a otros pueblos del mundo árabe, que hoy están tomando las riendas de su destino en sus manos.

Todos estos acontecimientos han puesto a Egipto en el punto de mira de las noticias actuales, sin embargo su magia nos ha acompañado a lo largo de los siglos. El Nilo, las pirámides, la Esfinge, el Templo de Luxor, los jeroglíficos, los papiros, Tutankamón, la Biblioteca de Alejandría y Cleopatra forman parte de las imágenes asociadas a este gran país africano.

Al caminar por los distintos puntos de su geografía bajo el sol abrasador, uno no puede más que admirar la magnificencia de sus antiquísimas construcciones, lo delicado de sus tesoros, lo desarrollado de su antiguo sistema de gobierno y lo complejo de su religión hace mucho más de dos mil años.

* La importancia del Nilo

El Nilo fue su fuente de vida y de conocimientos desde tiempos inmemorables. Con el "nilómetro", unas construcciones escalonadas o pozos que servían para medir el nivel de las aguas, los gobernantes podían estimar si habría sequía o inundaciones, indicadores de años de "vacas flacas", o si el río mantendría sus niveles normales, lo que favorecería las cosechas y ellos podrían recaudar más impuestos.

Los egipcios tenían un calendario -el más antiguo del que se tiene noticia- que surgió también de la observación del nivel de las aguas del Nilo ¡hace 5000 años! Descubrieron que cada 365 días el ciclo de siembra o cosecha se repetía. Ellos consideraban 12 meses de 30 días, con 5 días de ajuste al final del ciclo. Tenían tres estaciones de cuatro meses cada una: inundación, siembra y cosecha.

* Pirámides y templos

Me sentí pequeña y fascinada cuando estuve parada frente a las grandes pirámides, desde la más antigua, la escalonada que se encuentra en Saqqara, hasta las que se construyeron en Giza. Los historiadores locales afirman que la pirámide de Keops, la única de las Siete Maravillas de la Antigüedad originales que sigue existiendo, no fue construida por esclavos sino por trabajadores altamente calificados en el arte de cortar las piedras, dirigidos por capataces con grandes conocimientos de geometría y astronomía. ¡No hay una sola piedra igual a la otra! Además fue la construcción más alta durante mucho tiempo. Con sus 136 metros, no fue sino hasta el siglo XIX que la Catedral de Colonia la superó en altura.

En la misma zona de Giza se encuentra la famosa Esfinge, esta figura con cuerpo de león y cara humana, que se presume era el rostro del faraón Kefrén y que se cree que se construyó para proteger a los espíritus de los reyes enterrados en las pirámides que se encuentran a sus espaldas. Cuando el Nilo crecía la cubría parcialmente, dejando sólo a la vista la cabeza, es por ello que sus patas están tan desgastadas por la erosión del agua.

Contemplar el conjunto, una de las imágenes más difundida sobre el Antiguo Egipto, me permitió viajar en el tiempo y ver las barcas navegando por el Nilo, muy crecido, descargando las grandes piedras que llegaban desde muy lejos, tal vez desde Luxor o Asuán, a los miles de obreros cortándolas y colocándolas, a los capataces dirigiendo el trabajo y a los escribas registrando lo que pasaba y coordinando todo el proceso. ¡Qué capacidad de organización, desplegada hace 4500 años, sin teléfono, computadoras o grúas!

* Faraones y Faraonas

Su concepto de igualdad entre hombre y mujer estaba muy avanzado. ¿Sabía usted que hace casi 3500 años la faraón Hatshepsut dirigió el destino de Egipto durante 20 años? Construyó templos y dirigió varias campañas militares; por lo menos en una estuvo al frente del ejército. Otro hecho muy recordado de su reinado, fueron los viajes comerciales a Oriente, de donde trajo árboles de incienso y mirra, ésta última muy apreciada para hacer perfumes y embalsamar a los muertos.

¿Quién no ha oído hablar de Tutankamón? Este faraón, que ascendió al trono con apenas 12 años, reestableció la religión politeísta, con Amón-Ra como divinidad principal y regresó la capital del imperio a Tebas. Pero nos es familiar, 3300 años después de su muerte, porque su tumba ha sido la única sepultura del Valle de los Reyes que ha sido encontrada intacta por un arqueólogo. El inglés Howard Carter la descubrió en 1922. Los tesoros y muebles que lo acompañaron al más allá se encuentran actualmente en el Museo Egipcio.

Sin duda alguna Ramsés II fue uno de los faraones más importantes. Este hombre gobernó durante 66 años, hizo crecer sus dominios, construyó grandes templos como los de Abu Simbel, el Ramesseum, un templo en Karnak y la ampliación del templo de Luxor. Además fue un gran político, que por primera vez en la historia (hace 2200 años) selló alianzas y tratados de paz a través de matrimonios, por lo que tuvo aproximadamente 34 esposas y se dice que 111 hijos. Su esposa preferida fue Nefertari, que significa "la más bella" y en cuyo honor construyó el templo de Hathor, también en Abu Simbel.

Me sorprendió la majestuosidad de los templos excavados en la montaña en ese lugar, en la ribera del Nilo, muchos kilómetros al sur de El Cairo. Uno de ellos tiene cuatro figuras colosales de Ramsés II (de 20 metros de altura) en la fachada. Impactan cuando se está frente a ellos, comparando su grandeza y nuestra pequeñez. Tras recorrerlo me pregunté ¿cómo perforaron la piedra? y ¿qué conocimientos de astronomía poseían para asegurarse que el sol penetraría en el templo el 21 de marzo y 21 de octubre e iluminaría a las tres figuras que están a la derecha, que representan al dios Amón, al dios Ra y al propio Ramsés II, dejando sin iluminar la figura de la izquierda que representa al dios Ptah, deidad de la obscuridad?

Alejandro Magno, este hombre originario de Macedonia que en el siglo III AC conquistó gran parte del mundo conocido, incluyó entre sus dominios al Imperio Egipcio. Expulsó a los persas de las tierras del Nilo y fue recibido como legítimo sucesor de los faraones. En el oráculo de Luxor se le acogió como hijo del dios Ra. Este emperador-faraón consideró que Egipto era el lugar más adecuado para fundar la capital de su imperio y eligió un punto estratégico en el Mediterráneo, cerca del delta del Nilo, para fundarla: Alejandría.

La última dinastía egipcia fue la Ptolomea, cuya figura más conocida es Cleopatra VII, quien reinó 22 años y ligó el destino de Egipto al de Roma. Mujer de gran sabiduría y habilidad en materia política, su vida y su muerte han dejado volar la imaginación de millones de personas a lo largo de los siglos.

* Los coptos

¿Imaginaba usted que se podrían encontrar santuarios cristianos en Egipto? Sabemos por la Biblia que Jesús vivió sus primeros años en esas tierras, con sus padres, después de que Herodes ordenara una matanza de niños. El cristianismo llegó a esas tierras gracias al apóstol San Marcos, quien predicó alrededor del año 40 DC las enseñanzas recibidas de Jesús. A pesar de que los cristianos fueron perseguidos, sus creencias permearon entre la población y fueron tomando fuerza. Tanto así que a partir del año 394 d.C., los cristiano egipcios (conocidos hoy como coptos) empezaron a cerrar y destruir los sitios de culto "pagano" de todo el país. En muchos de los templos intentaron borrar las representaciones de los dioses y en otros cubrieron las paredes con estuco para realizar pinturas murales con temas católicos. En Cairo se pueden visitar varias iglesias coptas, una de ellas se encuentra sobre la Cueva del Niño Jesús, que es una gruta donde según la tradición, vivió la Sagrada Familia.

* El islam

Los árabes llegaron a Egipto en el año 642 y con ellos el Islam. Estos conquistadores aprovecharon las pirámides como fuente de material de construcción para erigir sus mezquitas, ciudadelas y palacios.

Hoy todavía podemos apreciar en El Cairo mezquitas muy bellas como la de Alabastro o la de Ibn Tulum. Amplias, abiertas, vivas, desde sus minaretes continúan llamando diariamente a la oración a los musulmanes de todo el país. Cinco veces al día se escucha la llamada. Quienes pueden se acercan a la mezquita a rezar, pero quien no puede simplemente deja por un momento sus actividades, se coloca en dirección a La Meca, y cumple con su obligación religiosa donde quiera que esté.

Hay tanto más por decir del Egipto antiguo, pero en esta ocasión les dejo sólo una pincelada de su historia. La próxima semana les compartiré mis impresiones sobre el Egipto moderno.

Cualquier comentario relacionado con este artículo, favor de dirigirlas a mestrada@elsoldemexico.com.mx

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